27 dic Cómo empezó nuestro sueño de Balsa Surf Camp...
¿Has oído este dicho? "A veces algo tiene que romperse para que surja algo nuevo", pues bien, para nosotros, ¡así fue!
Rasty y yo nos casamos el 19 de mayo de 2006 y acabábamos de terminar de construir la "casa de nuestros sueños", en la cima de lo que ahora se conoce como Nativa Bambú, pero desafortunadamente el dueño del terreno vendió todo el cerro, ¡incluyendo nuestra casa! Fue una noticia desastrosa para nosotros, ¡pero gracias a eso nació "El Balsa"! ¡Como dicen "No hay mal que por bien no venga"!
Tuvimos ayuda de uno de los compradores, Rodney (¡muchas gracias!) y de mi familia (¡os quiero!) y empezamos a buscar un terreno para empezar de nuevo. Cuando descubrimos un terreno en el barrio "La Punta", ¡nos enamoramos inmediatamente! Era perfecto pero demasiado grande y caro para sólo nuestra casa, la escuela de surf, el taller de Rasty y la galería de arte. Al principio, pensamos en compartirlo con una amiga que quería abrir su restaurante, pero tuvo problemas de salud, así que tuvimos que buscar otro socio. Fue entonces cuando llegó la ayuda de mi familia, y también cómo nació la idea del negocio del surf camp... Empezamos a construir en 2008 y tardamos 1 ½ años en construirlo y pudimos abrir, el 26 de diciembre de 2009, y recibimos a nuestros primeros huéspedes: Jay & Stacey, ¡que nunca olvidaremos!
La construcción fue una aventura mágica e intensa, ¡nos encantó la parte creativa, imaginar y plasmar nuestros planos e ideas! La construcción fue otra aventura en la que pasábamos 18 horas al día calculando, construyendo, encargando materiales, haciendo cambios, etc. incluso por la noche seguíamos soñando con varillas y listas de materiales jajaja ¡Pero nos encantó!
Creo que la juventud me hizo intrépida. El apoyo de mi familia fue de vital importancia, siempre nos sentimos respaldados. Rasty también me hizo sentir segura con sus conocimientos en construcción, el equipo de Nicolas (nuestro comprade) me demostró que sabían lo que hacían, siempre me escucharon y respetaron mi ritmo, preguntas y extrañas o "gogotera" (hippy - cosas graciosas) como decían que sonaba jaja. Lo que más me estresaba era no hacer las cosas correctamente, lo superé en algún momento, preguntando e investigando por mi cuenta. Mi padre también sabe mucho de construcción, por lo que estuvo al tanto desde el principio de todo, y yo pude compartir nuestro amor por los detalles y la decoración con mi madre... Para cuestiones más técnicas y estructurales, siempre he confiado en Rasty y en los obreros, a los que vi trabajar durante meses, años, ¡y no había duda de que sabían muy bien lo que hacían!
Cuando abrimos el negocio, ¡fue otra historia! No teníamos ni idea con Rasty de gestionar y llevar un hostal, ¡estábamos totalmente perdidos! Por suerte era una buena época en Montañita y rápidamente tuvimos clientes y muy buena recepción. Tuvimos que trabajar en todas las áreas durante muchas horas los primeros 5 años, recepción, mantenimiento, cocina, limpieza, etc. ¡Hacíamos de todo! ¡Trabajábamos 14 o más horas al día! Estábamos agotados pero gracias a Dios, el negocio después nos permitió delegar y conseguir un muy buen equipo que hoy nos permite tener más tiempo libre o dedicarnos a otras cosas.
Para nosotros, el primer logro fue haber sido capaces de hacer algo tan bonito que nos encantó y que, además, ¡gustó a mucha gente! Y no hablo sólo de estética, sino de energía en sí. Estamos realmente orgullosos de haber recibido un premio este año por el negocio más bonito de Montañita, o de haber tenido la calificación más alta de Montañita en booking.com (9.4) en 2008. Cada día tenemos la bendición de escuchar que la gente se siente bien en Balsa, se sienten felices, queridos, mimados, regenerados, más libres, más relajados... ¡Simplemente sienta bien! Ver las sonrisas, los ojos brillantes de nuestros visitantes es nuestro primer y más importante logro. ¡También poder retratar un lugar como este, desde nuestros sueños y el corazón es hermoso! Es como haber creado nuestra propia obra de arte, y eso, gracias a la confianza y el apoyo de nuestra familia, también es maravilloso. Por no hablar de que, gracias a la Balsa, podemos vivir aquí en una playa paradisíaca, crear puestos de trabajo y oportunidades para otras personas, y hacer feliz a la gente... ¡Es un lujo! Somos muy afortunados y estamos muy agradecidos por ello.
Nuestros primeros logros fueron sin duda (después de terminar la construcción de El Balsa) nuestros primeros huéspedes jeje, nunca olvidaremos a Stacey y Jay el 26 de diciembre de 2009, y a Francisco y Pancho de Colombia, ¡nuestro primer paquete de escuela de surf todo incluido vendido! Viendo que pudimos aprender juntos a trabajar en equipo y lograr montar y administrar un hostal, ¡un surf camp!
Gracias a la "Balsa" pudimos construir nuestra propia casa, tal como la habíamos soñado, ¡con mucho espacio y colores! Es preciosa, ¡nos encanta! También hemos podido viajar y hacer realidad el sueño de Rasty "surfear en Indonesia durante sus 40 años". Además, creamos nuestro espacio mágico en la montaña, al que llamamos el "Mar Verde", donde cultivamos cacao y café ecológicos, y poco a poco vamos consiguiendo nuestro sueño de comer más sano, ecológico y de nuestro propio huerto. Por no hablar de la plantación de balsa de Rasty, ¡donde hoy crea tablas de surf de madera de balsa a partir de semillas!
El último triunfo es nuestra asociación con JAJA, la idea de Rasty nació en la pandemia, ¡y Maxi dijo que sí! Así nació Jaja en Balsa, donde Rasty dejó de dirigir el restaurante y lo dejó en manos de profesionales con Maxi como capitán. Nuestros 3 cerebros juntos se pusieron super activos y diseñaron la 2ª planta con su maravillosa terraza. Estamos muy contentos de que la familia Balsa se haya hecho más grande! y desde hace un año, también tenemos en El Balsa la escuela de español de Gabi, otra querida amiga que se unió a nuestra tribu. Es hermoso trabajar con amigos que se apoyan y se entienden.
En mi opinión, uno de los mayores retos es el "trabajo en equipo". A lo largo de estos años he comprendido que la clave es tener una buena comunicación, ser claro y específico, de esta manera todo el mundo se siente bien con sus tareas y a gusto en su trabajo, ¡de lo contrario no funciona bien! Por eso, tener reuniones recurrentes en las que intercambiamos ideas, compartimos lo que funciona o no, y cómo podríamos mejorar en general, ¡nos ayuda mucho a poder llevar el barco! Porque también a lo largo de esos años, comprendí que ¡el jefe no puede saberlo ni solucionarlo todo! Es decir, que el propio equipo de trabajo está más preparado y es más sabio. Yo había crecido con la idea de que el jefe debe saberlo todo y decidir lo que es correcto o no... ¡pero no sabía cuáles eran las buenas decisiones! ¡Cuando me desprendí del falso ego del jefe, pude comprender que pedir opinión y consejo a cada uno de los trabajadores ayuda mucho a que todo funcione y mejore!
Un gran reto para mí es estar siempre al día con la tecnología y las redes sociales. ¡Es un mundo completamente nuevo! Por suerte tengo amigos que me ayudan mucho en esto, sobre todo Gabi, de la escuela de español, ¡que siempre está colaborando y orientándonos!
Un fuerte desafío en los últimos años fue sin duda la pandemia de cóvidos. Fue muy dura para el turismo y para todos en general, ¡todo se paró! Pero antes ya habíamos tenido problemas con la delincuencia, el terremoto, las huelgas y en general los problemas de Ecuador. A causa de la covid tuvimos que adaptarnos al cambio de nuestro público. ¡Pasamos de un cliente que era 80% extranjero a 100% de turismo local! La adaptación fue, por ejemplo, poner A/C en algunas habitaciones, ya que el ecuatoriano no se quedaría sin AC. Y ahora, para estar preparados para largas estancias debido a los trabajadores remotos poner kitchenettes en algunas habitaciones.
Pero mi reto personal en todos esos años fue comprender que no podemos ser perfectos y gustar a todo el mundo. Durante años intenté que todo fuera perfecto para que a todo el mundo le pareciera espectacular y nos quisiera. Pero no es así. Lo que a mí me puede parecer perfecto, para otro es horrible. Por ejemplo, para mí, tener gatos durmiendo en el vestíbulo y mucha vegetación y plantas por todas partes es como crear una atmósfera de relajación y amor, pero para otros todo esto puede ser sinónimo de alergias, insectos, suciedad, etc. Así que aprendí a no aceptar las críticas personales ni las diferencias de perspectivas y gustos. El Balsa es lo que es, refleja lo que nos gusta, y me gustaría que atrajera a la gente que le gusta como es, y si no es así también está bien, ¡hay lugares para todos los gustos y colores! Todo queda retratado en el negocio, lo que somos, lo que queremos, lo que nos preocupa o asusta... ¡Es nuestro trabajo donde el inconsciente habla mucho! Ahora que lo entiendo, observo mucho lo que pasa en mi negocio y entiendo que si resuelvo lo mismo en mi vida personal, en mi misma, también se resolverá en el negocio.
Lo que tenemos claro para el futuro es la importancia de adaptarnos a lo que pasa en el mundo y a lo que queremos. Tómate el trabajo con calma, de lo contrario estarás estresado o preocupado las 24 horas del día, ¡y esa tampoco es la idea! Para mí, poder estar tranquilo es tener a mi equipo preparado y listo, feliz haciendo su trabajo. Entonces, me relajo. Es sólo cuestión de confianza y de tener claro que la felicidad es más importante que ganar millones... Siempre digo que en Montañita tenemos vida de millonarios, viviendo en la playa, disfrutando de tantas visitas bonitas y actividades chulas, pero desgraciadamente sin ganar mucho dinero. ¡Sin embargo, somos capaces de ver la espectacular puesta de sol o el hermoso amanecer, ver el océano y sentir toda la naturaleza es tan sabia y poderosa, que te da alas para volar y cura todo!
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